El Arte de Apoyar
jueves, 11 de junio de 2020
Hasta el último segundo...
Como el iceberg derrite la constante
los imperios desnudan sus demonios.
Ambos son el ideal en el ejemplo,
son el nido que sostiene la costumbre.
Estructuras que pasan por lo alto
y olvidan que todo se renueva.
Armaduras doblegadas por el fuego
del eterno señor que no envejece.
Las cuentas se rinden ante el tiempo
que de sobra conoce de paciencia
y en la espera procura comprobar
la verdadera sentencia por hacer
de una mentira la existencia.
miércoles, 27 de mayo de 2020
Encubrimiento
Durante doce años he tenido que sobrevivir luchando contra enemigos más peligrosos que la enfermedad que nos azota en estos momentos (no vacilaría en pensar que algo tienen que ver).
Con base en la mentira y la participación de mucha gente corrupta, tanto de la iniciativa privada como de los gobiernos de varios países, mis antagonistas lograron dislocar mi vida, al grado de no tener panorama de seguirla.
Me sentenciaron al tormento, sin fecha de caducidad, por haberme atrevido a divulgar un texto en donde se explica cómo, a través de las normas legales y las instituciones que se precian de vigilar el buen ejercicio de un Estado, se recrea una figura que es una realidad prohibida para nosotros los comunes mortales: la simulación.
Mediante ella, ha sido muy fácil engañar a la mayoría de los habitantes del planeta. En el delirio, de la paradoja, es el sol que hace a un lado las tinieblas, pero lo radiante no permite observar con claridad. En este actuar, el muñeco somos muchos y el ventrílocuo muy pocos.
La maldad en toda la extensión, pues la siembra de esperanza se hace enfrente de nosotros, pero es en el tiempo de cosecha, donde se determina el engaño. En este proceso la burla hace su aparición y los afectados vamos sumando frustraciones.
El ejercicio involuntario del reproche silencioso derrite poco a poco la autoestima y perfora el interior hasta topar con la angustia. Es ahí, en un ejercicio natural, que decidimos desvincular la razón, que nos pasa la factura, por haber entendido la patraña. Pues, teniendo elementos probatorios, en el barranco al que llegamos, no existe el eco que colabore en un tono que persista.
Tal cual, regresamos a los brazos del laberinto de siempre: escuchar el chiste rabioso y decidir ser feliz, como todos en la mesa.
Salvador, Bahía, Brasil.
27 de mayo de 2020
miércoles, 23 de octubre de 2019
El reino del silencio
(A los que muestran al mundo, quienes no escuchan)
Las olas militares del badajo, ensucian la playa del olivo.
La fatiga, que ahora tiene canas, se cansó. El dolor ya no es mudo.
No más partos de hielo. El mundo es de luz y la luna lo celebra.
El verde de hoy es distinto, no es oruga, es mariposa.
Mandatario, no es ser amo. Y, un chasquido de arrogancia
no es licencia de ladrón. Denunciemos. Con los progresos actuales
despreciemos la mentira, honremos al pasado no olvidando
los engaños. Lo que no gritemos hoy, no se cantara mañana.
Este planeta es de todos, merece respeto nuestra propiedad.
Somos adultos, nada de pequeños pueblos. Crecer en silencio
es fortaleza. Eso lo saben bien los que lloran; los que sueñan,
pero sobre todo, los que esperan, dignamente, otro porvenir.
Sordos!
viernes, 26 de enero de 2018
26 de enero de 2018
Salvador, Bahía, Brasil
A la opinión pública
Hace diez años, cuando termine de escribir mi libro, Sin Pase de Abordar (La parte oscura en la venta de Aeroméxico), pensé que cumplía una responsabilidad para con la sociedad y colaboraba con mi país en la guerra frontal contra el mal extendido llamado corrupción. Nunca me imagine que sería atropellado por la resultante de la unión de empresarios y funcionarios públicos desleales.
Mi representante, Paulina Inés Ried Cumar, ahora mi mujer, invirtió sus ahorros y le dio vida a los primeros quince mil ejemplares. La presentación seria en México, pues ahí fue la estafa. Fue entonces que una línea aérea sudamericana se interesó por la obra y propuso un contrato para adquirir los derechos de publicación por tres años (en el momento de la firma fueron entregados los libros que, sin dilación, se ocultaron hasta el día de hoy). La empresa, no ha cumplido su palabra hasta el día de hoy.
Desde entonces, se inició una persecución en la cual hemos sido atormentados al grado de tener que cambiar de localización en diez ocasiones en solo siete años.
Hemos sido el blanco de un grupo acostumbrado a estrujar los bienes, la capacidad y la tranquilidad de personas y países, para mantener la condición de poder que tanto les conviene.
Censuraron mi libro. Lo sacaron de México (en donde probablemente lo negociaron al precio que a ellos más les convenía). El convenio se firmó en Brasil, que es un puerto en donde se mueven a sus anchas. Y, lo escondieron en Chile. Un triángulo imaginario, abarca toda Latinoamérica.
No puedo afirmar que esto lo hayan ejecutado los que incumplieron el acuerdo, pero en nueve años y seis meses, la compañía citada, no ha tenido ningún acercamiento, para solucionar el problema.
Esa actitud irresponsable, nos ha llevado al límite de la supervivencia. En tres días más nuestro techo estará lleno de estrellas.
Pido su colaboración, pues, aunque ellos pisen fuerte, las suelas están muy gastadas.
Atentamente
Francisco Alberto Servin de Alba
Salvador, Bahía, Brasil.
Teléfonos: 55 71 992 18 57 27 y 55 71 982 90 42 13.
fsdamx@gmail.com
fsdamx@yahoo.com
jueves, 14 de septiembre de 2017
14 de
septiembre de 2017
Carta
abierta para Carmen y Rodrigo.
Dejen que
les hable con más confianza, por dos razones. La primera es que soy mayor,
algunos años, que ustedes. Y la segunda es que al parecer luchamos por el mismo
motivo: la preservación de la verdad.
Me permito
escribirles porque mañana es el aniversario de la independencia de mi país,
México. Deseo honrar esa fecha, liberándome de los fantasmas que han sembrado
en mi vida mis enemigos en estos últimos tiempos.
Como bien
saben, desde hace más de nueve años he sido el blanco de un grupo acostumbrado
a estrujar los bienes, la capacidad y la tranquilidad, de personas y países,
para mantener la condición de poder que tanto les conviene y así dar energía al
círculo vicioso en que se convierte su codicia.
Esta
camarilla, a la cual ni siquiera conozco su voz por el teléfono, sigue una
línea que es el común denominador que los delata, la mentira. En ese molde se
mixturan personas de distinta clase social y económica, para dar sentido a su
vida, pues su existencia necesita que la verdad no tenga salida por ningún lado.
Censuraron
mi libro y lo sacaron de México, en donde seguramente lo negociaron al precio
que a ellos más les convenía. Con trampas, me trajeron a Brasil, que es un
puerto en donde ellos se mueven a sus anchas y lo escondieron en Chile.
En pocos
renglones, se describe el esquema que se utilizó y que les ha dado buenos
frutos por décadas. Si forman un triángulo con los países descritos, se darán
cuenta de que abarca toda Latinoamérica, su platillo favorito.
El
complemento es el mejor: nosotros. Siempre dispuestos a servir al visitante que
no necesariamente tiene buenas intenciones. Nuestro comportamiento está formado
con la misma ingenuidad que tuvieron nuestros tatarabuelos.
La
irresponsabilidad nos cubre de cualquier ráfaga de viento de libertad. Por qué
pensar, si los extraños ya registraron las ideas?
Ellos
dictan las reglas, cubren nuestras aspiraciones y escriben el futuro que les
conviene. Todo desde luego, con nuestros recursos.
Hoy es
Brasil, ayer fue México, mañana conoceremos cuál es el próximo en la lista. Una
cosa es segura, el ganador será el mismo.
No dejen
que los desorienten. No caigan en sus enredos, que son maestros en ese campo.
Simulan
estar divididos. Engañan al decir que se traicionan. Y es donde uno pierde el
equilibrio. Ellos, están amarrados por la cola.
Tengo la
mejor disposición de colaborar a que la justicia llegue a las alturas que
siempre se le prohíben y no solamente a los bandos medios que forman un muro de
contención.
Reciban un afectuoso saludo
Atentamente
Francisco Alberto Servin de Alba
En Salvador, Bahía.
lunes, 11 de septiembre de 2017
Paulo y Mónica Inés
11 de septiembre de 2017
Paulo y Mónica Inés
Hoy, exactamente, se cumplen tres años, que hice pública mi
denuncia de la persecución que he sufrido desde el año 2008, supuestamente por
haber escrito mi libro “Sin Pase de Abordar” (la parte oscura en la venta de
Aeroméxico).
Durante este tiempo, han sido muchos los que han auxiliado a
los autores de esta forma de castigo. Algunos lo hacen por beneficio personal.
Otros por miedo a un chantaje. Y, es posible que existan quienes fueron
amenazados.
Me gustaría preguntarles a Paulo Coelho y a Mónica Inés
Cumar Camus, en que categoría, de las descritas arriba, están. Pues, ambos me
encargaron trabajos hace más de ocho años, a través de mi representante,
Paulina Inés Ried Cumar y cumplí en tiempo y forma, pero desgraciadamente ellos
no lo hicieron igual con los pagos respectivos.
Según me dice, quien hizo el
trato con ellos, pagaron hace cinco años, pero se niegan a dar una copia del
pago y sin ella no puedo saber en donde, cuando y el monto del mismo. Sin esos
datos es imposible iniciar una acción legal en contra de quien ha retenido mi
dinero que tanta falta me hace. Al grado tal, que los últimos meses he vivido
recolectando de la basura, la comida que llevo a mi casa. Gracias a personas
que saben mi situación, he podido resistir esta descarga continua de odio y de
soberbia por tanto tiempo.
No puedo hablar con los dos a quienes señalo en este
escrito, pues ellos no desean hablar conmigo. No sé, ni entiendo cuál pueda ser
su razón, pero el negarse por tantos años a dar los datos que son
indispensables para mí, es una señal que no necesariamente es de buena
voluntad.
Les pido a ambos no tan solo me hagan llegar lo que se les ha pedido muchísimas veces, sino que expliquen a la opinión pública el porqué me
hacen esto, pues ni siquiera tengo el gusto de conocerles en persona.
Ojalá, ya que ambos son personas de letras, entiendan la
desesperación que puedo sentir con su falta de seriedad, por decir lo menos.
Espero, que no tengan que ver con el grupo de bribones que
ha desatado los demonios en contra mía en este periodo de mi vida.
Atentamente
Francisco Alberto Servin de Alba
Salvador, Bahía, Brasil.
jueves, 24 de agosto de 2017
Todo un teatro
Son las seis de la mañana, estoy despierto.
Soy muy afortunado y agradezco, a quien se tenga que agradecer en estos casos, el que pueda saber por adelantado como será el día que está comenzando: exactamente como el de ayer; una copia del de anteayer, el hermano gemelo del de la semana pasada e igualito al de hace un mes. Y no es porque me lo haya pronosticado “Tu día”, la columna de la revista quincenal a la que estaba suscrita doña Helena, de un apellido impronunciable, que supongo era la anterior moradora del apartamento en donde vivo. Ni tampoco, porque la señora Claudia, la propietaria del café (en donde hacen el mejor pan que probé alguna vez), me lo adelantara con la precisión de su tarot. No.
Simplemente es por costumbre que puedo adivinarlo, pues lo se de memoria.
Soy un actor que dentro de poco cumplirá nueve años, interpretando el mismo papel en la misma obra. Y como no existe un catálogo de embustes tan extenso, ni otro personaje que pague al trabajar, el final está llegando. Lo huelo, lo percibo, lo siento.
El problema no es mío, es de los propietarios de la institución que trabajan en familia: la escritora, el escenógrafo, los tramoyistas, el ingeniero de sonido, el de las luces, la maquiladora y hasta quien vende los boletos. Todo un clan de triunfadores. Pero no saben que hacer, como bajar el telón, por más insinuaciones mías, pues veo que pierde fuerza lo que hago, no quieren pagar mis honorarios.
El asunto es que fui un tonto com exceso de confianza, pues quien me represento en la cuestión del dinero, fue mi mujer, que nunca imagino ser, la hija de los dueños del teatro.
Ella, también, esta aburrida porque todas las mañanas sabe como será el día que comienza; como el café de las últimas semanas, sin azúcar y sin leche.
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